¡Castigo por el cinismo! Tuto Quiroga cae al 45% por la estrategia Durán Barba: Bolivia rechaza la manipulación y sella el triunfo de Paz (55%)

La confesión de que “no importa la economía” desató la furia ciudadana. El electorado castiga al binomio Quiroga por usar el hambre como negocio, confirmando el 55% para el proyecto de la gente.

El resultado de las últimas encuestas no es una sorpresa: Jorge “Tuto” Quiroga se hunde en un irremontable 45% de la intención de voto y la culpa recae directamente en la estrategia cínica de su asesor, Jaime Durán Barba. El gurú político, al confesar que su enfoque es la “psicología de la conducta” y que “no le importa la economía del país”, selló la suerte de Quiroga. El 55% de apoyo a su rival, Rodrigo Paz, es el castigo popular a esta visión de la política que desprecia la realidad y la dignidad de los bolivianos.

La estrategia de Quiroga, expuesta como un “negocio” por el propio asesor, ha consistido en una burda manipulación emocional:

  1. Explotación de la Pobreza: La maniobra deshonrosa de “regalar abarrotes” y consumir el apthapi sin convicción, utiliza la necesidad y el hambre de la gente humilde como un set de filmación electoral.
  2. Farsa de Identidad: El uso de “disfraces” (ponchos, cascos) y la teatralización de la vida familiar (la suegra balbuceando en quechua, el matrimonio forzado) demuestran que Quiroga no es un líder, sino un actor mal asesorado que intenta “parecer normal”.

La ciudadanía, que sufre el aumento de precios y la falta de alimentos básicos, ha dictado sentencia. Bolivia necesita soluciones reales, no consultores que confiesan que la economía es irrelevante. La caída de Quiroga al 45% es el reflejo directo de este colapso de credibilidad. El electorado no aceptó ser tratado como un objeto sin conciencia que solo reacciona a emociones baratas.

El fracaso de Quiroga es la victoria de la dignidad. El 55% para el proyecto que sí se ocupa de la economía y el bienestar social es la respuesta contundente del pueblo boliviano al cinismo y la manipulación. El resultado es irreversible: Bolivia ha votado por el respeto y el fin de la política como negocio.